LA GUERRA DE SUCESIÓN
ESPAÑOLA: GUERRA INTERNA Y CONFLICTO INTERNACIONAL.
El siglo XVIII se iniciará en España con una nueva dinastía:
los Borbones. El nuevo rey, Felipe V, duque de Anjou y nieto de Luis XIV, reinó
desde 1700 hasta 1746, fue un rey mediocre, maníaco religioso por momentos y
dominado por el sexo en otros, con escasas condiciones para gobernar por lo que
dejó el gobierno del país en manos de favoritos. Se casó dos veces, la primera
con Mª Luisa de Saboya, de quien tuvo dos hijos, Luis I y Fernando IV, y la
segunda con Isabel de Farnesio, de quien tuvo a Carlos III y al príncipe
Felipe.
Bandos:
FR (interesado en el comercio con las Indias)+ Castilla
Felipe de Anjou
GB (temor unión FR y ESP), AUSTRIA, SABOYA, PORTUGAL (1704).
Archiduque Carlos
Los españoles no luchaban por el conflicto dinástico, sino
para protegerse contra la desmembración de su territorio. Además, tampoco
deseaban una monarquía unificada de Francia y España sino que querían su propio
rey.
Desarrollo bélico
1.- Hasta
1704 Se formaron tres frentes de guerra:
-Italia, donde los Austrias luchaban por la supremacía.
- Alemania, donde las tropas anglo-holandesas al mando de
Marlborough obtuvieron la victoria de Blenheim, con lo que peligraron los
Países Bajos españoles.
- En el mar: España era vulnerable en el Mediterráneo y
Atlántico, por lo que la flota anglo-holandesa atacó Cádiz con gran brutalidad
y más tarde Vigo, lo que supuso la destrucción de la flota española, con
desastrosas consecuencias para el comercio con América.
2.- A
partir de 1704 Portugal se uniría a Inglaterra y a la gran alianza. El
Archiduque Carlos desembarcó en Lisboa, escoltado por la flota anglo-holandesa,
con la que recorrieron la costa Mediterránea con la intención de producir un
levantamiento de la población española. Atacaron Gibraltar, que fue tomado por
sorpresa, mientras Felipe V invadía Portugal para evitar que entrara en España.
3.- A
partir de 1705 la guerra fue por el control de la Península. España
estaba sin flota, con escasez de tropas, falta de armamento, sin talento en las
clases dirigentes, y el ejército era sólo una fuerza de apoyo. Francia envió
tropas generales, abastecimiento, material bélico y proporcionó asesoramiento sobre
las necesarias reformas militares, aunque todo fue pagado por España.
En 1705 los aliados atacaron la zona oriental de la
Península y recibieron el apoyo de Valencia, con la rebelión interna de la
población y el reconocimiento al archiduque como rey, lo mismo que en Cataluña,
que cayó en poder de los aliados; Mallorca también reconoció al Archiduque
Carlos, que prometió respetar los fueros aragoneses y catalanes.
4.- El año
1706 fue desastroso para Felipe V, ya que los aliados tomaron Madrid con
la colaboración de parte de la nobleza y la aristocracia, por lo que no le
quedó más remedio que huir. Las noticias del exterior también eran malas, pues
los Borbones perdieron el control de los Países Bajos españoles. También fueron
derrotados en Ramillis (1706) y hubo una victoria austríaca en Turín (1706)
debiéndose abandonar las posesiones italianas. Felipe V regresó a Madrid
gracias al apoyo del pueblo castellano, realizándose nuevos reclutamientos.
5.- Será en
1707 cuando se produzca el primer éxito de los Borbones, primero en
Valencia, y, más tarde, en la decisiva
batalla de Almansa donde el ejército francoespañol derrotó al ejército aliado,
recuperando Valencia y la mayor parte de Aragón mientras que Cataluña resistía:
Carlos estableció su corte en Barcelona reinando 4 años.
6.- Entre
1708 y 1709 se produjeron crisis de subsistencia debidas al frío
invierno que destruyó las cosechas: hambre, peste. Andalucía fue muy castigada.
Durante este período, Francia sufrió desastres militares (las derrotas de
Oudenarde y Malplaquet) a los que se unieron los desastres naturales que
provocaron malas cosechas y escasez de alimento. El papa Clemente reconoció
como rey de España al archiduque Carlos.
Todo esto llevó a una situación de agotamiento general, al
tiempo que se producían sublevaciones internas, por lo que en mayo de 1709 Luis
XIV estaba dispuesto a negociar con los aliados y a renunciar a España. Sin
embargo, debido a la dureza de las condiciones que pretendían imponer los
aliados, decidió continuar la guerra.
7.- En 1710
Felipe V estaba solo, con el único apoyo de España, ya que Luis XIV había
retirado la mayor parte de sus tropas. Los aliados comenzaron una nueva campaña
que culminó en Madrid, con la proclamación del archiduque como rey con el
nombre de Carlos III. Luis XIV reaccionó y envió al duque de Vendôme con tropas
y abastecimientos, lográndose las victorias de Brihuega y Villaviciosa. El
ejército aliado se retiró a Cataluña ya que Aragón fue recuperado por los
Borbones.
8.- En 1711
murió el emperador José I sin descendencia, por lo que su sucesor era su
hermano, el Archiduque Carlos, que reinaría como Carlos VI. Se produjo entonces
el alejamiento de Inglaterra de la alianza ante la posible recreación del
imperio de los Habsburgo y por la crisis interna en el país por el triunfo de
los tories. Comenzaron las negociaciones bilaterales entre Inglaterra y
Francia.
9.- Entre
1712 y 1713, Felipe V recuperó Cataluña y en 1714 la guerra concluyó con
su entrada en Barcelona. Un año antes, en 1713 se había firmado el tratado de
Utrecht, donde España acordó la paz con todos sus adversarios (Inglaterra y
Holanda con España y Francia), excepto con el emperador. En 1714 se firmaría el tratado
de Rastatt.
Consecuencias
Felipe V fue reconocido como rey de España y de las Indias
pero tuvo que renunciar a sus derechos sobre la corona francesa.
Territorialmente la corona española quedó desmembrada, finalizando imperio
español en Europa:
Gibraltar y Menorca pasaron a manos de los ingleses.
Sicilia fue para Amadeo de Saboya.
Nápoles, Cerdeña, Milán y los Países Bajos españoles, para
Carlos VI.
Colonia do Sacramento tuvo que entregarse a Portugal, aunque
era indirectamente la base para el comercio británico.
Económicamente
la gran beneficiada fue Inglaterra ya que consiguió la concesión del asiento de
negros (contrato de comercio de esclavos que antes estaba en manos de Portugal
y Francia) y del navío de permiso todos los años a la América española, además
de la promesa de restitución de las condiciones comerciales de tiempos de los
Austrias. De Francia, Inglaterra obtuvo el derecho a disfrutar de condiciones
de "nación favorecida".
Políticamente,
se crea un nuevo orden político:
Se estableció un nuevo equilibrio europeo, poniendo fin
tanto a la hegemonía de los Austrias como a la de los Borbones.
Comenzó un tiempo de libertad en los mares que duraría hasta
la Revolución Francesa.
Se produjo un equilibrio entre los ejes París y Viena como
contrapeso a Londres.
Fue el momento de consagración de la expansión marítima
comercial inglesa, sustituyendo Londres a Amsterdam como centro económico
mundial.
La guerra de Sucesión fue también una Guerra Civil entre Aragón y
Castilla. En la corona de Castilla, la aristocracia estaba descontenta por las
innovaciones introducidas por el absolutismo monárquico "al modo de
Francia" lo que suponía la marginación del Consejo de Estado y el que
decisiones importantes se tomaran en el despacho del rey, primando la opinión
de los franceses que ocupaban los cargos políticos más importantes (Orry estaba
al frente de la Administración de Hacienda).
En la
corona de Aragón el apoyo a los austriacos se tradujo en levantamientos
generalizados a partir de 1705 y las causas del descontento hay que buscarlas
en que las malas cosechas produjeron un aumento del número de campesinos
descontentos (malcontents). Se mantuvo la tradicional hostilidad contra los
franceses tanto por parte de los comerciantes como de las clases medias. A
pesar de esto, la adhesión al Archiduque no fue unánime. La mayoría de la
nobleza fue fiel a Felipe V. En Cataluña, las zonas rurales no se levantaron
contra los Borbones. El núcleo del movimiento catalán estaba en las clases
medias y en los comerciantes.
Las consecuencias de la guerra fueron considerables en el
plano internacional.
Los tratados suponían la consolidación de un nuevo mapa y el triunfo de un
ideario novedoso en las relaciones intereuropeas: la paz en el continente se
conseguiría a través del establecimiento de un justo equilibrio de poder entre
dos bloques tácitos, de similar fuerza que, por medio de la disuasión,
garantizarían la concordia. Francia y Austria resultarían los centros de las
alianzas y Gran Bretaña la gran vigilante que terminaría por imponer de hecho,
su criterio de la balanza de poderes.